¿Vale la pena hacer selfhosting en 2025?

¿Vale la pena hacer selfhosting en 2025?

Desde hace un par de años vengo usando el selfhosting como parte de mi flujo de trabajo. Tengo una laptop vieja que ya ni siquiera tiene pantalla funcional y, para rematar, corre con un disco duro mecánico (HDD), lo que la hace lentísima para tareas del día a día. Pero decidí formatearla e instalarle un sistema operativo ligero y sin entorno gráfico (sin GUI). Desde entonces, se convirtió en mi laboratorio personal: ahí corro bots, sitios estáticos, APIs personales y uno que otro experimento que prefiero no subir a la nube. Todo con sus respectivos respaldos, por si acaso.

También tengo un VPS muy pequeño y barato, donde alojo mis proyectos personales o profesionales más estables. Nada enorme, pero suficiente. Prefiero eso a pagar servicios carísimos por cosas que realmente no necesito.

Y es que el selfhosting, en palabras simples, es alojar tus propios servicios en servidores que tú controlas. Puede ser una máquina física (como esa laptop) o un servidor virtual (como un VPS de DigitalOcean), pero el punto es que tú decides qué corre, cuándo y cómo.

¿Por qué muchos no hacen selfhosting?

Porque, durante años, fue complicado.

Antes, si querías hacer selfhosting, tenías que:

  • Configurar servidores como Nginx o Apache a mano
  • Generar y renovar certificados SSL tú mismo
  • Escribir archivos docker-compose.yml enormes
  • Programar backups, monitorear el servidor y hacer updates de seguridad
  • Resolver errores de deploy a las 2 AM con un servidor llorando

Con razón muchos optaron por pagar por Vercel, Netlify o AWS. Subías el código y listo. Pero eso tiene un precio. Literalmente.

Lo que cambió: herramientas que facilitan todo

Hoy en día existen plataformas como:

Estas herramientas traen la experiencia de servicios como Heroku o Vercel a tu propio servidor, sin la complejidad de antes.

¿Qué es Coolify?

Coolify es una especie de panel de control estilo "cloud" que instalas tú mismo. Lo puedes ver como tu propio Heroku privado, pero alojado en tu servidor.

Con Coolify puedes:

  • Hacer deploy de tus apps con git push
  • Obtener certificados SSL automáticamente con Let’s Encrypt
  • Gestionar contenedores Docker desde una interfaz web
  • Configurar variables de entorno
  • Desplegar bases de datos con un clic
  • Monitorear logs y estado de tus apps desde un panel visual

La ventaja es que todo esto vive en tu máquina: ya sea una laptop vieja, un Raspberry Pi o un VPS. No dependes de proveedores externos para el hosting.

¿Cuándo conviene hacer selfhosting?

Estas son algunas situaciones donde brilla:

  • Tienes varios proyectos personales o side-projects
  • Quieres ahorrar (un VPS de $5 puede reemplazar $50–200 en servicios)
  • Te interesa tener más control y privacidad sobre tus datos
  • Estás aprendiendo y quieres conocer mejor cómo funciona la infraestructura
  • Necesitas configuraciones que las plataformas cloud no permiten

Ejemplo: puedes alojar tu blog, una landing page, una API personal, una base de datos, un bot de Telegram y un Notion alternativo en una sola máquina, todo por $5/mes.

¿Y cuándo es mejor usar la nube?

Aunque el selfhosting es genial, no siempre es lo mejor. Mejor usa plataformas gestionadas si:

  • Necesitas 99.99% de disponibilidad y soporte 24/7
  • Tu aplicación tiene picos de tráfico impredecibles
  • Tu equipo no tiene experiencia en infraestructura
  • Tienes requisitos legales estrictos (HIPAA, ISO, SOC2, etc.)
  • Requieres cosas como CDN global, balanceo de carga o almacenamiento distribuido

¿Cómo empezar sin arruinar nada?

  1. Elige un proyecto no crítico. Un blog, una landing, un bot, una API de pruebas.
  2. Consigue un VPS barato. Con $4 o $5/mes en DigitalOcean, tienes de sobra.
  3. Instala Coolify. Tiene una instalación sencilla y una interfaz amigable.
  4. Haz backups. Siempre. Aunque solo estés haciendo pruebas.
  5. Prueba también en local. Una laptop vieja o un Raspberry Pi son excelentes para aprender sin miedo.

Debate: el selfhosting ya no es lo que era

Antes era complicado. Hoy, con herramientas como Coolify, puedes tener una experiencia muy cercana a plataformas tipo Heroku, pero en tu propio entorno. Más barato. Más controlado. Más libre.

No se trata solo de ahorrar dinero —que lo harás—, sino de entender cómo funciona tu stack, ser dueño de tu infraestructura y tener la flexibilidad de hacer lo que realmente necesitas, sin pagar de más ni adaptarte a límites arbitrarios.

¿Te animas a probar?

Yo lo hice, y no me arrepiento.
Tu bolsillo, tus proyectos y tu curiosidad técnica te lo van a agradecer.